Hola! Por favor imaginen el siguiente escenario:
Las puertas
están abiertas o sin cerrar con llave. Las personas se mueven con total
libertad dentro de las oficinas de los demás. Las oficinas pueden estar
decoradas con fotografías de familia o de los compañeros, postales, dibujos y
notas de humor. El espacio “privilegiado” (grandes oficinas, aparcamientos)
está unido a la jerarquía formal, pero también hay otros “tratos” que favorecen
a unos más que a otros.
El espacio está
distribuido “funcionalmente”, con la finalidad de que el trabajo se haga de
manera efectiva. Los visitantes no invitados que aparecen por el lugar suelen
ser ahuyentados si alguien está ocupado.
Las oficinas
suelen estar bien equipadas para que los empelados no necesiten salir en ningún
momento.
Algunos
individuos se caracterizan por su ausencia y cuando una puerta está cerrada, se
sabe que no se debe interrumpir, aunque hay personas que tocan y, generalmente,
se abre la puerta pero quedan en regresar posteriormente.
La mayoría del espacio
es compartido formalmente (espacios abiertos) o informalmente (mucho movimiento
de entrada y salida de la oficina). Las instalaciones sociales formales están
basadas en una socialización informal generalizada; la comida y la bebida
invaden el espacio de “trabajo”. El logo corporativo figura en todas partes.
Existe abundante
conversación. Aunque hay jerarquías y procesos formales, gran parte de la
comunicación tiene lugar fuera de los sistemas formales, en conversaciones cara
a cara, por teléfono o en “reuniones antes de las reuniones”. El correo
electrónico puede utilizarse para enviar mensajes personales. Algunos
trabajadores envían documentos con copia de manera rutinaria a los actores
clave. Como hay abundante conversación,
existe la posibilidad de un rápido intercambio de información y una alta
creatividad.
La comunicación
que rebase las fronteras (jerárquicas, geográficas, etcétera) es esperada y
aceptada si está orientada hacia la tarea.
Existe una
cierta resistencia a las reuniones (¿cuál es su objetivo?) siendo habitual que
haya dificultades para convocarlas y que resulte muy difícil dirigirlas sin el
aburrimiento de los asistentes y con independencia de su duración. Los
documentos pueden reemplazar la conversación cara a cara, pero no hay ninguna
garantía de que sean leídos por la persona a la que van dirigidos.
Hay comunicación
en todos los canales, pero la comunicación oral y los métodos cara a cara van a
ser los dominantes dentro de la organización. La comunicación fluye fácilmente
dentro y fuera de los diferentes niveles y
departamentos, pero las personas externas a la organización pueden
sentirse excluidas. Resulta difícil no hablar y existen pocos secretos, tanto
privados como profesionales que no acaben siendo conocidos por todos los miembros
de la organización.
Las personas
usan el tiempo para relacionarse entre ellas (socialización) y no están
penalizadas por hacerlo, aunque se guarda discreción ante la presencia del
“Alto Mando”. Las personas se conocen entre ellas con rapidez y muchas desde
hace ya tiempo.
A pesar de lo
anterior, también cuesta mucho conocer a algunas personas fuera de sus roles de
trabajo.
Las relaciones
laborales cercanas pueden reflejarse en grupos de amigos, matrimonios,
relaciones sentimentales, etcétera.
Las personas se
identifican unas con otras; fuertes lazos de sociabilidad intensifican
sentimientos de similitud entre los individuos. La mayoría comparten una
vestimenta relajada, sobresale el uso de pantalón de mezclilla y zapatos tipo
flats y cabello recogido informalmente en mujeres. Aunque también vemos pocas
mujeres que se presentan de vestir, zapato de tacón y con cabello alaciado o
peinado con secadora. En hombres camisa y zapatos de vestir
Aunque las
normas de comportamiento emergen aquí como en cualquier lugar, las diferencias
entre individuos son aceptables y se incentivan si con ello se logra el
resultado deseado. Lo que une a las personas son experiencias compartidas,
objetivos e intereses más que sentimientos en común.
Las personas se
identifican con valores de individualismo y libertad, pero saben que siempre
hay un actor que tiene la última palabra. Existen diferencias personales
significativas entre individuos, pero la mayoría de las veces no impiden los
resultados y confirman valores de libertad. La pertenencia es profesional más
que organizacional.